lunes, 5 de octubre de 2009

Emociones Inteligentes

Acaso porque cada vez se toma más conciencia de que las emociones son contagiosas y de que nos mueven a actuar muchas veces de manera impulsiva y equivocada. Y sobre todo porque, según los especialistas, se pueden aprender a manejar en beneficio propio y de otros, la inteligencia emocional (IE), concepto que popularizó Daniel Goleman en la última década, parece haber llegado a las organizaciones para quedarse.
Cada vez más demandadas a la par de los conocimientos duros, las habilidades emocionales y sociales son clave para los líderes que tienen que influir positivamente en sus equipos y alentar el desempeño, el compromiso y el buen clima.
Antes se ponía el foco sólo en los conocimientos técnicos y así surgían los conflictos con jefes que no sabían tratar a la gente. Hoy se valoran mucho más las competencias emocionales.
Las compañías empiezan a buscar personas más equilibradas y a valorar la IE, que trae de nuevo la necesidad de integrar la dimensión intelectual, emocional y social del ser humano.
Manejar el control
Ante el vértigo y el estrés de estos tiempos, dejarse llevar por los impulsos y estallar en reacciones perjudiciales o esconder lo que se siente puede ser nocivo. Pero con el manejo adecuado de las emociones se puede revertir.
Entendida como "la capacidad humana de sentir, entender, controlar y modificar estados emocionales en uno mismo y en los demás" la IE no implica ahogar las emociones, sino dirigirlas y equilibrarlas, precisa Abel Cortese, investigador y director del portal Inteligencia Emocional. El control de los impulsos requiere una actitud proactiva, un trabajo periódico.
Si se está sensible con respecto a alguien o a algo, se puede prepararse mentalmente imaginando la situación de estrés y dando respuestas que nos beneficien.
Es recomendable -además de cuidar el cuerpo- buscar el espacio y el tiempo para la toma de perspectiva, la reflexión y la búsqueda de soluciones. No actuar impulsivamente: al principio puede costar, pero en la medida en que se vaya ejercitando la cuestión, se va internalizando.
Se sugiere conectarse con las emociones y pensar qué actitud distinta se puede tomar para cambiar la situación. Al experimentar emociones fuertes, el poder reconocerlas y encauzarlas ayuda a ganar confianza y a reforzar las emociones positivas. En tren de estimular a los colaboradores, el equilibrio emocional del líder, se sabe, es vital.
Es importante destacar la importancia de los reconocimientos cordiales: La gente valora mucho más el salario emocional, que tiene que ver con el buen trato; con que el líder sea muy cuidadoso cuando critica y muy eufórico cuando elogia.
La compensación emocional, viene de la mano de la posibilidad de hacer un trabajo que entusiasme. Todo lo que tenga que ver con la vocación, con el reconocimiento interno y externo, refuerza la confianza para que una persona haga bien su trabajo.
Síntesis Nota La Nación 26.04.09

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