lunes, 28 de septiembre de 2009

Lo único constante es el cambio

Esta reconocida frase de Peter Senge resuena cada vez con mayor frecuencia en las organizaciones. Explosiones de la competitividad, inestabilidades económicas, modificaciones en la legislación, son algunos de los factores que impulsan a las empresas a transformarse para mantenerse “en carrera”.
La profundidad de los cambios puede ser diversa y depende de los factores que los origina. Sin embargo, más allá de su magnitud, se trata de una situación extremadamente compleja ya que generar cualquier variación en un detalle de la vida cotidiana acarrea dificultades e incomprensiones. Seguramente todos podemos recordar algún proceso de cambio acontecido en nuestra vida. Pensemos en cómo nos sentimos cuando dejamos la escuela secundaria y comenzamos a estudiar en la universidad, qué emociones nos invadieron cuando afrontamos nuestro primer día laboral, cuáles fueron las sensaciones que tuvimos al momento de cambiar de casa, barrio, pareja, trabajo...Si hurgamos en nuestros recuerdos seguramente descubriremos que todos estos acontecimientos guardan cierta semejanza: la transición vivida. Las etapas que se reconocen en dicha metamorfosis suelen ser:
1. Negación: Percepción de peligro, sentimiento de ansiedad, preferencia por quedarse en el pasado.
2. Defensa: Aferro a costumbres y tradiciones evitando la realidad, reacción de apatía o ira.
3. Aceptación: Sentimiento de impotencia para impedir el cambio sin embargo, comienzan a buscarse soluciones y desarrollarse nuevas habilidades.
4. Adaptación o asimilación: Institucionalización del cambio.
Las instancias mencionadas se replican en cada uno de los procesos de cambio que acontecen en el ambiente laboral. El éxito de los mismos está estrechamente ligado a la forma en que se inicien y desarrollen por ello, debemos recordar que la transición no debe eludirse y la “llegada a la meta” depende, en última instancia, de la preparación de las personas, del grado en que sean proclives al cambio, de sus capacidades de descongelamiento y, sobre todo, de la profesionalidad de los miembros del área de Recursos Humanos, quiénes jugarán un papel central en la explicación, asimilación y predicación del mismo.

Mariana Urbancic (*)

(*) Licenciada en Relaciones del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires.

Podrás encontrar información relacionada al Change Management en:
http://www.ideared.org/revista/articulo.asp?revista=25&codigo=145

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