martes, 1 de septiembre de 2009

Los programas de Jóvenes Profesionales o la Industria de las Ilusiones.

Seguramente alguna vez escuchamos de algún estudiante intermedio o recién recibido frases como “como me gustaría ingresar al programa de Jóvenes Profesionales de esta multinacional” “en esos programas te brindan un plan de desarrollo y podés poner en práctica todo lo estudiado en la universidad‘’… Así llega el día en que navegando por la web aquel universitario encuentra ese llamado tan ansiado por él, ese banner luminoso y colorido con la frase “queremos conocerte”, que titila como cualquier cartel fluorescente de Las Vegas. Luego de abalanzarse sobre él piensa que esa convocatoria fue escrita para su persona, que tiene la edad justa, que está en el momento de la carrera que solicitan, que es bilingüe tal cual se lo requieren y, demás está decir, que es un persona proactiva, flexible y más aún orientada a resultados. Es así que esa ilusión viaja a través del espacio cibernético hacia los destinos de alguna consultora especializada en los ‘’Recursos Humanos”.Pasan algunos días y ese teléfono no quiere sonar hasta que de repente un sonido da comienzo a lo que podrá ser la oportunidad de su vida, una voz se escucha que suena algo así como: “te llamamos de la consultora…podés hablar en este momento?”. La sonrisa que despliega no le permite contestar inmediatamente porque entre la finalización de la pregunta y el inicio de la respuesta se imagina quien lo está buscando y en su mente se dibuja en ese contexto tan anhelado.
Llega la entrevista individual, la entrevista grupal con su respectiva actuación, las evaluaciones psicotécnicas, las pruebas de inglés y por último si, viene la entrevista en la empresa que tanto había soñado.
Dos meses posteriores a la finalización de todo el proceso de entrevistas no se vislumbran novedades en la casa de este joven. Sus padres le preguntan casi todos los días y él no parece molestarse explícitamente pero desilusionado comienza a suponer: “yo sabía que cuando me hicieron actuar no estuve bien”… “seguramente dije cualquier cosa en el test de las manchas y la psicóloga lo interpretó”… “pero si llegué hasta la entrevista con quien sería mi jefe seguramente fue porque lo demás ya lo pasé, ¿será esta persona la que no me seleccionó? ”… “todavía no me avisaron que no quedé seleccionado, tengo que pensar en otra cosa y esperar la noticia, total me avisaron que me iban a llamar si era el elegido o no”… Agobiado de controlar la ansiedad decide tomar las riendas y llamar a la consultora responsable para averiguar si había quedado seleccionado o no pero después de memorizar la música del contestador, hacerse amigo de la recepcionista y llenarle la casilla de mensajes de voz a la persona que lo había llamado por primera vez sin encontrar respuesta alguna, esa ilusión que fue algún día, se transforma en una eterna incertidumbre.
Reflexión
¿Son los programas de Jóvenes Profesionales una fuente de reclutamiento de talentos o son meras acciones de marketing de las grandes compañías multinacionales? ¿Las empresas necesitan realizar un Programa de Jóvenes Profesionales todos los años o es solo un hábito que si lo dejan de hacer provocan una mala imagen hacía el contexto? ¿Estos Programas son impuestos por la política que diseña la casa matriz sin analizar las necesidades locales?
Es desafío de los profesionales que trabajamos con el factor humano en las empresas luchar para que se respete el propósito inicial de los Programas de Jóvenes Profesionales y se lleven a cabo con la seriedad que amerita. Nunca nos olvidemos que trabajamos con gente y que cada acción nuestra generará una reacción en ellos.

Ariel Vazquez (*)

(*) Licenciado en Relaciones del Trabajo de la Universidad de Buenos Aires.

1 comentario:

Unknown dijo...

Personalmente opino que los programas de JPs son un método más de atracción y selección de “talentos”, quizás ahora en su máximo apogeo (hasta algunas PYMES tienen programas de JPs) si pensamos que desde hace 10 años que se realizan en las multinacionales de nuestro país. Antes se publicaban avisos en el diario, luego en internet…. las empresas necesitan reinventarse, evolucionar, seguir siendo atractivas para los candidatos y así lograr reclutar a los mejores.
Y siguiendo esta evolución histórica, hasta me animo a decir que los programas de jóvenes profesionales son cosa del pasado. Estamos siendo testigos del nacimiento de un nuevo método de reclutamiento, que seguramente en algunos años sea tan popular y extendido como el de JPs: Programas de Pasantías. Es claro que la lucha por el talento comienza mucho antes, ya no en los últimos años de la carrera que se requiere para un JP... ¿Qué vendrá después?